Reflexiones de la Okupa La Crota, a un año de la caída en combate del Punky Mauri

Sigue sin ser fácil, al igual
que hace un año atrás, ordenar correctamente las ideas
que inundan nuestras cabezas al enfrentarnos a un dilema tan confuso
y terrible como la muerte en combate de un compañero, un
guerrero, un hermano, un amigo y un cómplice; pero aquí
estamos, a un año de aquel fatídico 22 de Mayo, donde
el estruendo de aquel extintor lleno de rabia nos levantó de
nuestras camas y nos hizo salir a la calle a saber qué era lo
que había sucedido, sin encontrar la respuesta sino hasta el
día siguiente: había muerto el Mauri, de frente y con
el arma entre sus brazos; muerto, pero lleno de ira frente a siglos
de infinita violencia que nos han sometido.

Ya transcurrido un año de la
muerte del Mauri y sin tener aun la capacidad de enfriar nuestras
cabezas y corazones frente a lo acontecido aquel día y con
posterioridad, nos vemos en la necesidad honesta y visceral de
declarar la guerra, al igual que Mauricio, a lo existente, a sus
perpetuadores, a aquellos que tras una cínica sonrisa y un
tentador salario de miseria condenan nuestras vidas a las más
nefasta sumisión, a la más delirante y monótona
repetición, día tras día, de una realidad
asquerosa, de una existencia reproductiva, de un paraíso a
crédito, de un progreso y evolución inexistente para
nuestra caótica comprensión de la temporalidad y el
aprendizaje. El Mauri sin ser una iconografía carente de
sentido en el contexto de la guerra social, se transforma para
nosotrxs en el ejemplo más claro y duro de las consecuencias
que acarrea tras de sí, el asumir el conflicto permanente y
consecuente contra la existencia que nos otorga la sociedad en su
conjunto, consecuencias de las que nadie que se posicione teórico
y prácticamente en esta guerra se encuentra exentx,
consecuencias que, creemos, deben ser asumidas por lxs compañerxs
desde aquel momento en el cual deciden hacerse parte del conflicto,
consecuencias que, por terribles que sean, estamos dispuestxs a
asumir si permiten seguir manteniendo viva a aquella hermosa siembra
de insurrección que por siglos miles de compañerxs se
han encargado de cultivar. Así como hace un año,
volvemos a manifestar abiertamente que no existen miedos a
reivindicar las prácticas del Mauri, así como también
la fuga de Diego Ríos y a quienes siguen secuestradxs tras las
jaulas del capital y de la ciencia, para el caso da igual. No
olvidamos, ni rápida ni lentamente, que existieron quienes
fueron capaces de dar con toda pasión su vida por la
destrucción del poder y la autoridad, reconocemos en ellxs a
nuestrxs compañerxs, en lxs sin amos.

Aquel 22 de Mayo, querámoslo a
no, cambio radicalmente nuestra percepción frente a la
realidad que cotidianamente vivimos, el odio creció, la rabia
aumento, posteriormente sus rostros se presentaron físicamente
en nuestras casas y pudimos ver cara a cara a varios de nuestros
enemigos. Aquel 22 de Mayo, noche negra de negros augurios, el ruido
que ensordeció por unos segundos nuestros oídos no fue
solo la muerte de un compañero, pues lo significamos como un
acto de amor, de odio, de destrucción material e ideológica
contra los verdugos que sustentan el poder. El Mauri, ya no presente
con sus risas y chistes, sigue presente, más allá del
cliché repetitivo, en todas y cada una de nuestras acciones,
pues no abstraemos su figura hasta convertirlo en mártir, lo
significamos como un guerrero, muerto consecuencia de decisiones
propias que lamentablemente y en una rápida lectura le
resultaron negativas, pero que, a su vez, y ahora si intentando dar
una fría y complicada mirada de los hechos, debe ser
comprendida como una consecuencia probable para todxs quienes opten
por negar y posionarce antagónicamente al desarrollo de la
historia de los ricos y quienes perpetúen la normal existencia
y permanencia de las cosas.

A un año de tu muerte,
Punky Mauri: Presente.

“Desde una perspectiva desmedida
de liberación, no hay formas de luchas superiores. La revuelta
necesita de todo, diarios y libros, armas y explosivos, reflexiones y
blasfemias, venenos puñales e incendios. El único
problema interesante es como mezclarlos.”

Ai Ferri
Corti

Casa Okupada La Crota Bike
Punk
.
Mayo 2010.

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