Palabras de rabia y de guerra, palabras de solidaridad. Para kombatir al Estado-Karcel-Capital (Marcelo Villarroel desde el CAS)

Una vez mas la mezcla triste de consternación, rabia y dolor se apodera de mi mente. Esta vez un nuevo golpe de cruda realidad expuesto al mundo; la evidencia maciza de esta sociedad enferma casi komo entre sueños me despierta al amanecer en una celda de castigo.

Eran las 6:30 de la mañana del miércoles 8 y a lo lejos, entre pasillos fríos y rejas, se escuchaba el murmullo de una konversación en un ala contigua a la zona de kastigo de la Sexion de Máxima Seguridad (S.M.S) en donde permanecí 9 días sancionado por “contravenir el régimen interno de la cárcel de alta seguridad”. En un principio pensé ke había escuchado mal, ke aun estaba dormido y ke todo era algo así komo una desagradable pesadilla, pero lamentablemente el murmullo era claro y preciso y yo estaba totalmente despierto escuchando:… “81 muertos y 14 heridos en la torre 5 de la cárcel de San Miguel”… En cuestión de minutos la información komenzó a fluir desde las diminutas ventanas enmalladas de los diferentes pisos, desde las diferentes voces de otros presos kon acceso a televisores y radios ke no podían esconder semejante desdicha.

Una nueva rutina se inicia en la S.M.S. esta vez una rutina marcada por el odio kontra el karcelero junto a una conmoción generalizada al interior de esta unidad altamente invisibilizada conocida también como módulos de alta seguridad (M.A.S).

Al pasar del día, la avalancha de información se hacia cada vez mas indesmentible mientras en mi cabeza crecía el konvencimiento de estar presenciando la indolencia karnicera de gendarmes ke cuales verdugos-esclavos protagonizaban un nuevo y evidente krimen de Estado. Komo pensar diferente si una y mil veces he sentido y vivido el axionar Nazi-Facista de estos “Funcionarios penitenciarios”, ke son los ke ordenan, administran y gobiernan de tal modo las cárceles ke alimentan y planifican fría y diariamente la muerte de decenas de presas y presos a lo largo y ancho de todo el país.

¿Cuántos presos y presas se suicidan atormentados por vivencias carcelarias ke no pueden resistir?, ¿Cuántas presas y presos son brutalmente golpeados, torturados o aislados por negarse dignamente a soportar los atropellos ke son parte de la “política de reinserción”?, ¿Cuántas presas y presos mueren asesinados en peleas propiciadas y makinadas por gendarmes en función de su polítika interna de dividir para gobernar?, ¿Cuántas presas y presos son trasladados, desarraigados de sus lugares de origen arbitrariamente, viendo sus familias destruidas, perdiendo lo poco y nada ke han logrado construir en tanto relaciones humanas verdaderas? ¿Cuántos de los ke hablan, deciden, proponen y viven en torno a la criminalización de la miseria, al negocio de la kárcel, a la construxión de una falsa realidad, saben y conocen realmente lo ke es vivir el estrés del encierro, la tensión del castigo y la incomunicación, la tortura blanca y la total indefensión?

En esta sociedad enferma del Estado-Kárcel-Kapital la muerte masiva de personas presas se ha naturalizado komo algo “normal”. A principios de esta década bajo el gobierno de Lagos alrededor de 26 presos murieron calcinados en la kárcel vieja de Iquique… También calcinados murieron en la cárcel de san miguel hace 10 años 7 presos… En el penal de Colina II otras 10 personas…. Podrán decir oficialmente ke han sido resultado de riñas o peleas masivas pero nada exime de responsabilidad a todos los ke sostienen al Estado y al Kapital ke no son palabras vacías o estructuras subjetivas y abstractas si no ke kosas koncretas constituidas por personas ke forman parte de un proyecto integral al servicio de la dominación, ke busca perpetuarse hoy bajo la forma de sociedad karcelaria ke necesariamente debemos destruir para acabar ya!! Con este exasperante estado de kosas.

Los ricos están felices y gozan solapadamente kon esta masiva muerte de proletarios encarcelados. Resulta “políticamente incorrecto” decirlo abiertamente pero la indiferencia ante tamaña masacre se percibe con claridad. Los políticos de izquierda y de derecha acuerdan consensos, buscan “soluciones”, intentan ser “creativos”…. El 4° poder, el aparato de propaganda del capital, la prensa una vez mas se regocija con tanto entretelón para vender… Pero la Guerra Social es implacable, feroz y sangrienta en la ke no hay desmemoria ni menos amnesia..

En las cárceles del país se respira indignación, un sentimiento de bronka kontra la autoridad ke espero no sea fugaz… También hay voluntad instintiva de organización, de movilización, de romper con la pasividad enervante funcional al karcelero…

Komo subversivo Autónomo y Libertario no puedo obviar el dolor de las familias, no puedo ni kiero pensar ke la indiferencia se apodera de las konciencias anticapitalistas y ke este hecho quedará archivado en la “crónica roja” de nuestra irreductible memoria proletaria, rebelde e insurrecta, ante todo, es sensibilidad humana, decisión de lucha para la transformación revolucionaria, para la destruxión del orden kapitalista. Porke estas vivencias mantienen afilado nuestro olfato, y nos reafirman en el kamino elegido…

¡¡ HASTA ANIKILAR LA SOCIEDAD KARCELARIA !!

¡¡ PROLETARIOS A LA GUERRA SUBVERSION ES NUESTRO LEMA !!

¡¡ MIENTRAS EXISTA MISERIA, HABRA REBELION !!

Marcelo Villarroel S. Prisionero Libertario 14 de diciembre 2010 Cárcel del Alta Seguridad. Santiago-Chile

Confrontando al capital y al IV Poder

Hommodolars Contrainformacion

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Marcelo Villaroel : Parole di rabbia e guerra, parole di solidarietà. Per combattere la Prigione-Stato-Capitale

trad. dall’inglese: Cenere

http://thisisourjob.wordpress.com/2011/01/06/marcelo-villarroel-words-of-rage-and-war-words-of-solidarity-to-combat-the-prison-capital-state/

La mia mente è sopraffatta ancora una volta da una triste miscela di shock, rabbia e dolore. In questo momento, una nuova dose di cruda realtà viene somministrata al mondo, come una prova solida del malessere sociale che mi sveglia dai sogni e mi riporta in una cella punitiva.
Sono le 6:30 di mercoledì 8, e in lontananza, tra sbarre e freddi corridoi, sento il mormorio di una conversazione in un braccio adiacente all’unità disciplinale della Sezione di Massima Sicurezza (SMS), dove sono stato negli ultimi nove giorni come punizione per “aver contravvenuto al regolamento interno della prigione di massima sicurezza”. Inizialmente ho pensato di aver capito male, che stavo solo dormendo e che era tutto un brutto sogno, ma purtroppo il mormorio era chiaro e preciso, e io ero totalmente sveglio e vigile: “81 morti e 14 feriti nel padiglione 5 della prigione di San Miguel”. Nel giro di minuti, l’informazione ha iniziato a diffondersi attraverso le piccole grate dei vari piani da diverse voci di prigionieri che hanno accesso a radio e televisione, incapaci di nascondere la loro disperazione.
Una nuova routine inizia nel SMS. Una routine segnata dall’odio verso i carcerieri, combinato con un tumulto generalizzato all’interno di questa unità pesantemente opprimente, conosciuta anche come Blocco di Massima Sicurezza (MAS).
Durante il giorno, la valanga di informazioni diventa sempre più inconfutabile, mentre mi convinco nella mia testa che sono un testimone passivo della macelleria compiuta dai secondini che, come dei boia, sono responsabili di questo sfacciato Stato criminale. Come dovrei pensarla sennò, visto che ho vissuto e subito i trattamenti nazifascismi di questi “ufficiali penitenziari” migliaia di volte. Sono loro a dare ordini, amministrare e dirigere le prigioni che sono freddamente progettate per nutrirsi della morte quotidiana di decine di prigionieri in tutto il paese.
Quanti prigionieri si suicidano, tormentati dall’insopportabile esperienza della prigionia? Quanti prigionieri vengono brutalmente picchiati, torturati, o isolati a causa del loro dignitoso rifiuto di tollerare gli abusi che sono parte del “processo di riabilitazione”? Quanti prigionieri vengono uccisi in scontri organizzati e incoraggiati dai secondini che applicano il loro principio del divide et impera? Quanti prigionieri vengono trasferiti, le loro radici spiantate arbitrariamente fuori da casa, distruggendo le loro famiglie e privandoli di quel poco che hanno costruito nelle vere relazioni umane? Quanti di quelli che ne parlano, propongono, decidono, e vivono la criminalizzazione della povertà, il business della prigione, e la costruzione di una realtà sostitutiva hanno davvero conoscenza di soffrire la prigionia e le catene della punizione, l’isolamento, la tortura bianca, e la totale impotenza?
Ecco cos’è questa malata società Prigione-Capitale-Stato, la morte indiscriminata di prigionieri è diventata qualcosa di “normale”. All’inizio del decennio, sotto il governo Lagos, circa 26 prigionieri sono morti arsi vivi nella vecchia prigione di Iquique. Circa 10 anni fa, sette prigionieri sono morti arsi vivi a San Miguel, e altri 10 a Colina II. Loro ufficialmente dicono che queste morti sono state il risultato di rivolte collettive, ma questo non assolve in nessun modo tutti quelli che attribuiscono la responsabilità allo Stato e al Capitale. Stato e Capitale non sono vuote parole o soggetti, strutture astratte. Sono cose concrete che comprendono persone che prendono parte ad una progetto che interamente favorisce il dominio, che mira a perpetuarsi nella forma della società prigione che noi necessariamente dobbiamo distruggere per mettere fine -una volta per tutte!- a questo esasperato stato di cose.
I ricchi sono felici, e loro segretamente si godono la morte indiscriminata dei proletari prigionieri. Dirlo apertamente è “scorretto politicamente”, ma si può percepire la loro indifferenza dinnanzi a un tale massacro. Politici di sinistra e di destra guadagnano consensi, cercano “soluzioni” e provano ad essere “creativi”. Il quarto potere, ovvero l’apparato di propaganda del capitale conosciuto come stampa, ancora una volta brama di poter vendere tutti i retroscena di questo dramma. Ma la Guerra Sociale è spietata, feroce e cruenta. Essa non verrà distratta, e sicuramente non dimenticherà.
Nelle prigioni del paese, c’è un senso di indignazione e un sentimento furioso nei confronti dell’autorità, e spero che esso non sarà fugace. Inoltre c’è una istintiva voglia di organizzarsi, mobilizzarsi e di rompere la passività debilitante mostrata dalle facce dei secondini.
Come Autonomo, Anarchico sovversivo, non posso ignorare il dolore delle famiglie. Non posso -né voglio- pensare che la coscienza anticapitalista sia stata sequestrata dall’indifferenza e che questi eventi rimarranno accantonati negli “archivi rossi” della nostra inflessibilità, ribellione e della memoria del proletariato insorgente. Oltre questo, è la nostra umanità che ci fa optare per la lotta per la trasformazione rivoluzionaria e la distruzione dell’ordine capitalista. Esperienze come queste affilano i nostri sensi e confermano il cammino che abbiamo scelto.

FINO A CHE LA SOCIETA’ GALERA SARA’ UN RICORDO !!
PROLETARI IN GUERRA, LA SOVVERSIONE E’ IL NOSTRO MOTTO !!
SE CI SARA’ MISERIA, CI SARA’ RIBELLIONE!!

Marcelo Villaroel S., Prigioniero Anarchico, 14 Dicembre 2010, Prigione di Massima Sicurezza, Santiago, Cile

											
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