Comunicado:
Durante la cálida noche de verano del 4 de julio algunas de las
vidrieras de Radio Estel (Barcelona), una radio directamente vinculada a
la iglesia católica, quedaron rebentadas. Unas desconocidas usaron un
poco de violencia ofensiva contra uno de los tantos medios de
intoxicación que disponen para alienar a las personas hacia su
conservadurismo más rancio. No siempre hemos de esperar a que ellos se
mobilizen para atacar nosotras. No obstante, no podemos olvidar que
campañas tan potentes como las que estan promoviendo en contra del
aborto aún siguen latentes. Tampoco olvidamos que nunca debemos dejar
que los privilegiados gocen tranquilamente de su amplio aspiral
económico y político.
En el tenso contexto social en el que estamos, con los recortes
sociales que está haciendo el Estado a mano de la banca y de los
patrones, no olvidamos cualquier tipo de opresión y explotación
presente.
Y por descontado, no dejaremos que quien promueve el patriarcado y
demás sumisiones, puedan seguir ganando terreno sin que les roce la
rabia que sentimos.
No les pediremos que se vayan, sino que tomaremos y destruiremos
humilmente de ellos lo que podamos, simplemente porque nos dan náuseas y
porque no nos dejan avanzar.
A pesar de nuestro pequeña aportación, pensamos que la acción directa
es tan solo una parte de las cosas que podemos hacer para tomar la
palabra y algo vital que debemos practicar para que paren de pisarnos
continuamente.
¡¡Extendamos nuestra furia!!
¡¡La única iglesia que ilumina es la que se destruye!!