Por solidari@s
El próximo 19 de enero acabará el juicio contra los anarquistas italianos acusados de impulsar sabotajes contra Benetton -en rechazo a la la usurpación de Territorio Mapuche que la compañía realiza en Puelmapu (Argentina). Si bien no existen pruebas inculpatorias, por el Estado carcelario instaurado en la península están expuestos a penas que van de 5 a 10 años de cárcel -en el caso del compañero-, y de hasta 4, para ella. Tanto el jurado popular como los jueces rechazaron las excepciones planteadas por la defensa.
Al compañero le imputan la autoría intelectual de dos amenazas de sabotaje contra tiendas Benetton, donde desconocidos colocaron falsas bombas incendiarias. Mientras que a la compañera la acusan de garantizarle cobijo.
El 2 y el 4 de diciembre se realizaron las primeras audiencias en las que declararon efectivos de la DIGOS (policía política), quienes hicieron una historia del anarco-insurreccionalismo en Italia. Sostienen que la campaña contra
Benetton es otro ejemplo de organización anarquista informal al estilo (ORAI), montaje con el que persiguieron y encarcelaron a compañeros en toda Europa en los años ’90 y principios del 2000.
El Estado italiano utiliza el argumento de organización clandestina para criminalizar, pero en su acusación omite que durante la Campagna se realizaron charlas públicas y que en los afiches de propaganda había una dirección postal de referencia; elementos que echan por tierra la imputación.
La policía política argumentó que luego del viaje del compañero a la Argentina, en 2001, la Campagna tomó fuerza.
La compañía Benetton, principal motivo de la lucha de los compañeros y del montaje del Estado, se mantiene ausente en el juicio. El clan busca preservar su “buena imagen”.