fuente: prensa mexicana, 28 de febrero de 2012
La empresa estadounidense considera difícil contabilizar los ataques con este tipo de dispositivos caseros, así como definir la autoría de éstos.
MÉXICO, D.F.-WikiLeaks filtró millones de correos electrónicos de Stratfor, empresa estadounidense de seguridad privada, y entre las primeras menciones que conciernen a México destaca por omisión el papel que jugó la autoridad mexicana en los ataques a cajeros que ocurrieron en la capital y en Guadalajara hace tres años.
En este mail la empresa de seguridad mostró su preocupación ante la poca capacidad que tenían las autoridades mexicanas para detener la “ola de ataques” con explosivos caseros que ocurrieron en el año de 2009, los cuales, considera Stratfor, podrían ser más espectaculares y mortíferos.
Para esta empresa estadounidense, la proliferación de este tipo de “actos vandálicos”, como se les catalogó en nuestro país, se debe a que México libra una “guerra sangrienta” contra el narcotráfico, dejando a un lado la persecución de este tipo de “terrorismo doméstico”, como se le califica en Estados Unidos, así como por un vacío tanto en la ley como en la autoridad mexicana, añade Stratfor Debido a estos “vacíos los activistas operan de manera sangrienta y con un sentido de impunidad, que frecuentemente llega a un incremento en la violencia, especialmente en un contexto de un ambiente violento, en el que México se encuentra inmerso en la actualidad”, se redacta desde el correo electrónico stewart(at)stratfor.com, presuntamente la dirección del vicepresidente de Tácticas de Inteligencia de esta empresa, Scott Stewart.
“Para un país en medio de una guerra sangrienta contra los cárteles, en la que miles de personas mueren todos los días- y donde delitos graves como el secuestro aterrorizan a casi todos los segmentos de la sociedad, los ataques de acción-directa llevados a cabo por activistas no son la mayor amenaza que enfrenta el gobierno mexicano.
Sin embargo, la escalada de ataques directos en México, en los que se han utilizado con mayor frecuencia los `dispositivos explosivos improvisados´ (IED), no muestran signos de disminución, y estos ataques tienen la posibilidad de crecer; (ser más) espectaculares y mortíferos”.
Entre las agrupaciones “anarquistas” a las que Stratfor hace mención en esta información filtrada, se encuentran, Alianza Subversiva por la Liberación de la Tierra, Animal y Humana, la cual se adjudicó la explosión de un banco de la delegación Milpa Alta, el 25 de septiembre de 2009; el Frente de Liberación Animal, Frente de Liberación de la Tierra y Stop Huntingdon Animal Cruelty, que pretendían atacar con estos dispositivos caseros a un laboratorio en Guadalajara, en el mismo año Un miembro de Stratfor, dentro de este mensaje, alerta que las células más activas de estas agrupaciones se encuentra en la ciudad de México y Guadalajara.
La empresa estadounidense considera difícil contabilizar los ataques con este tipo de dispositivos caseros, así como definir la autoría de éstos.
“Si realizamos un conteo conservador -por ejemplo, consideramos una serie de incidentes similares como uno, podemos decir que ocurrieron alrededor de 200 ataques en 2009.
Pero si contamos cada incidente por separado, podemos asegurar fácilmente que hubo más de 400 ataques iguales.
Por ejemplo, por la cuenta, ha habido más de 350 cabinas de teléfono destruidas…”, escribe stewart(at)stratfor.com. Aunque estos actos violentos no son tácticas comunes en estos grupos por la defensa animal, la cifra de ataques fue mayor en México en 2009 que la registrada en Estados Unidos desde 2001 al mismo año, según las investigaciones de Stratfor.
“En los primeros seis meses de 2009, se registraron varias amenazas de bomba y algunos ataques de bombas de ácido, pero sólo dos fueron explosivos caseros (IED) verdaderos.
En junio, julio y agosto hubo un ataque con (IED) por mes -y hasta septiembre (mes en que se envía el correo) hubo siete ataques en la ciudad de México, y un ataque exitoso y un intento en Guadalajara… otra vez más que en Estados Unidos”.
Stratford señala cuatro factores para el aumento en el uso de explosivos por parte de los activistas: captar mayor atención, mejorar en el aprendizaje para armar este tipo de dispositivos en el que confían y por ende usarán con mayor frecuencia, además de ser más poderosos; la emoción y el ego; y un cambio en la conciencia de los activistas en torno a la vida humana.