Algunos Apuntes Valoraciones En Relación Con La Campaña Contra La Tortura Y Los Malos Tratos En Las Prisiones Españolas (Iniciada el 1º de Octubre).
Antes de hacer una valoración específica sobre algunos aspectos sobre el desarrollo de esta campaña de lucha contra la dominación punitiva, en definitiva contra el Crimen de Estado en las prisiones de la península Ibérica, deberíamos dejar claro por qué un determinado grupo de presos (sin animo de exclusión ni protagonismo) y personas de la calle con ideas afines en lo relativo a esta situación, decidimos hacer esta campaña.
Esta cuestión es breve de contestar: Hoy en día las cárceles del estado español se han convertido en auténticos mataderos, donde los presos no son solo objeto de la conculcación de sus más elementales aspiraciones como seres humanos, sino que son asesinados y torturados de múltiples maneras. Así de breve es la cuestión.
Con esto se podrá estar de acuerdo o no, pero ahí están las cifras oficiales y oficiosas: los informes elaborados por las diferentes agencias en “defensa de los DD. HH.” tanto a nivel nacional como internacional, pero lo que es más importante y esencial, la constatación de este hecho por muchos presos que participamos en esta lucha de forma directa y su contacto con la verdadera realidad alejada de las cifras minimizadas de estos diferentes organismos.
Vivimos directamente este genocidio de un segmento poblacional estigmatizado como “delincuente”. Nuestra lucha, por lo tanto, no es de un carácter político (aunque tenga su vertiente) sino que debe marcarse en una lucha por la supervivencia, en una lucha contra el crimen de estado, ya que somos personas con dignidad que no estamos dispuestas a dejar que esta máquina de la muerte nos arrolle amparándose en la impunidad y el silencio cómplice de inmensa mayoría de la sociedad, acrítica con todo lo relacionado con el ejercicio de la aniquilación del crimen de estado dentro de los mataderos carcelarios.
Dicho esto y centrándome en el ámbito central del tema que nos ocupa (la campaña en cuestión), debo de decir que mi opinión/valoración personal es positiva. Positiva por dos razones. La primera es porque una vez más, a pesar de toda la parafernalia represiva que sabíamos que se iba a desatar sobre los participantes en la misma (conducciones sistemáticas, alejamiento de nuestros familiares/amigos, intervención de comunicaciones orales/escritas, coacciones, amenazas y provocaciones… en definitiva, torturas), los presos participantes a pesar de la correlación de fuerzas, que es abrumadoramente desfavorable, y de las condiciones actuales en el ámbito de las prisiones, donde el 90% de la población está “adormecida” por uno más de los flecos de esta política penitenciaria aniquiladora, consistente en la lobotomización química (a través de las “drogas legales”) amparándose la administración en el discurso terapéutico médico para ejercer esta labor, hemos sabido unirnos y levantar de nuevo nuestras voces para desenmascarar la propaganda del estado y destapar la verdadera función de las prisiones: destruir a los seres humanos que la padecen directamente, inocular el miedo y la indiferencia ante la prisión de la subditería, para que no se salga ni un ápice de los renglones escritos por las castas de la dominación, y de paso hacer un gran negocio a nuestra costa y a costa de la subditería obediente y sumisa que paga por un sistema que no sólo es defectuoso, sino que en el futuro se volverá contra ellos, ya que la entelequia de la cárcel como “elemento de re-inserción social, y de rehabilitación del individuo que la padece” es eso, una entelequia.
El otro aspecto positivo, es que nuestras voces (menos de lo que a nosotros nos hubiera gustado) han sido escuchadas por personas que independientemente de sus situaciones personales, de su militancia ideológica-política (aunque aquí hay que resaltar/destacar que son principalmente los anarquistas los que mayor eco se han hecho de nuestras demandas) han hecho suya también esta lucha que por ser la misma legítima y justa unirse a la misma, dándole una proyección y trascendencia que sin su participación, hubiera sido imposible.
Una cosa sí tenemos clara, ya que somos ante todo realistas, sabemos de la inmensidad de las fuerzas a las que nos enfrentamos, de sus medios, de sus métodos y de sus fines, pero también de nuestras propias fuerzas, que principalmente se basan en la razón, aunque esta haya sido históricamente derrotada en muchas luchas pero nunca vencida del todo. Por eso pienso que fomentando la cooperación dentro/fuera, la solidaridad efectiva (no como eslogan), la tenacidad, liberándonos de miedos paralizantes y afinando nuestras estrategias, juntos, aunando el compromiso estable con la lucha permanente, podemos ir dando pasos, no sólo encaminados a tratar (por lo menos) de eliminar esta lacra del crimen de estado sino también poner de manifiesto que el sistema actual de relaciones de los seres humanos, basado en la explotación por parte de unas élites, sobre la inmensa mayoría, que es incluso amparado en las democracias más avanzadas, no sólo es un sistema injusto sino que dicho sistema es cosa del pasado y que debe ser reemplazado, por lo menos y en el menor de los casos, pero si por su obcecación dominadora estas élites deciden que esto no sea así, nuestro deber es destruirlas al igual que al sistema que les da cobijo, desde sus cimientos, ya que seguir transigiendo con sus componendas y soluciones , la alternativa a la que nos dirigen es a una refundación más aterradora que la existente.
No hay términos medios: o la dominación o la libertad.
¡Por la libertad!
Que cada cual haga su apuesta.
En el matadero carcelario de Puerto 3
Juan Carlos Rico Rodríguez