El día 18 de febrero de 2011 tuve la oportunidad de leer vuestro artículo… la verdad es que quedé alucinado.
En primer lugar mal lo lleváis si las fuentes de información de vuestro artículo son el sindicato de carceleros ACAIP (¿acaso no conocéis la ideología fascista que profesa este sindicato? Deberíais conocerla, más que nada para ser un poco coherentes) y la versión ‘oficial’ de Instituciones Carcelarias pues de la amalgama de estas dos fuentes ‘informativas’ elaboráis un producto noticioso donde el contraste y, lo que es peor, la verdad sobre los hechos ocurridos el día 15 de enero de 2011 en el módulo 4 de la cárcel de Valdemoro, brillan por su ausencia.
Como implicado en estos hechos no puedo callarme ante la manipulación que de los mismos se han hecho, utilizándonos unos y otros y los de más allá a los presos (una vez más) con unos fines que en relación a los grupos ideológicos que se han manifestado haciendo de la calumnia, la insidia y la falsedad su estandarte. A mi personalmente estos fines me quedan bastante claros. Vuestro posicionamiento os delata y flaco favor les hacéis a los que como yo no nos importa NADA la procedencia étnica de los seres humanos, sino sus cualidades como personas.
Veo que estáis muy puestos citando a los grupos nazis que operan en las cárceles norteamericanas, pero se os ha olvidado citar en vuestro artículo a otro grupo, que a pesar de estar compuesto de afroamericanos, profesan el mismo racismo que sus homólogos ‘blancos’: ‘Los Bigbrother Gangster Black’. Y es que la INSENSATEZ no conoce de fronteras étnicas, ideológicas, políticas…
Si todos los análisis del movimiento antifascista son de esta naturaleza, apaga y vámonos, aunque tampoco es de extrañar ya que la mayoría de las fracciones ‘políticas’ que configuran dicho movimiento tienen algo en común: sois pro estalinistas y por lo tanto que nos vais a contar, ¿verdad?
La pena de todo esto es que si no teníamos bastante con el CRIMEN DE ESTADO en las cárceles ‘españolas’….dos tazas más.
En el matadero carcelario de Zuera, módulo de aislamiento. Zaragoza.
Juan Carlos Rico Rodríguez.