“Hoy martes 21 de diciembre de 2010 y a 114 días de injusta prisión, inicio una huelga de hambre líquida de manera indefinida, con la que espero obtener mi pronta liberación y la absolución total de los cargos que se me imputan.
Declaro no tener participación alguna, tampoco soy el responsable, ni mucho menos el autor de ningún asalto o delito que se me acusa. No hay pruebas que me incriminen o me liguen a ningún acto de este tipo. Aún así, llevo 4 meses encarcelado, en condiciones degradantes y denigrantes, con un régimen carcelario propio de un Estado represor y violador de los derechos fundamentales del ser humano, como en los mejores tiempos del dictador Pinochet. Son los herederos del tirano que, sin duda, viéndose nuevamente con el control del gobierno en sus manos, desatan toda su sed de venganza, creando campañas del terror, satanizando y encarcelando a quien les plazca. Ellos, los que torturaron, asesinaron y desaparecieron a miles de personas en el pasado, volvieron recargados pidiendo sangre para sus dioses -el capital-, sangre del pueblo, como la de los presos de la cárcel de San Miguel o tantos otros masacrados para saciar su sed. La represión se apoderó del país, sacaron a sus lobos a la calle: Nos vigilan, persiguen y acechan, intentan controlarnos y, si no pueden, nos encarcelan bajo cualquier pretexto: Asaltos, bombas, terrorismo internacional… da lo mismo.
Denuncio que víctima de un montaje policial, político-jurídico: El Estado y todos sus componentes contra mis derechos y libertad. Buscan sangre, pero no la tendrán fácilmente, antes voy a dar la pelea, mi disposición es a resistir y la única alternativa es la huelga de hambre. Serán momentos difíciles y duros, por lo demás ya lo están siendo: Gendarmería en su afán represor, ofrece los castigos del infierno y no da cabida a este tipo de movilizaciones. Aún así estoy corriendo el riesgo. Hay que terminar con los montajes policiales y poner fin a la abusiva represión por parte del Estado. No soy el único en esta situación, tampoco seré el último. Debemos estar atentos a las jaurías de lobos hambrientos: vienen por nosotros, ya probaron la sangre y no se detendrán hasta conseguir más.
La derecha golpista está empecinada en su campaña del terror, amedrentamientos y represión: ¡Ya basta!
Me despido, confiado en que mis pasos son los correctos, y espero contar con todo el apoyo posible. Hago un fraterno llamado a la solidaridad de clase para apoyar y denunciar éste y otros hechos plagados de mentiras e irregularidades en contra de los que luchan.”
– Fin a los montajes político jurídicos !!
– Hasta terminar con todas las cárceles y sus carceleros !!
– A erradicar las condiciones degradantes en los centros de reclusión !!
– Libertad inmediata !!
– Alejandro Rodríguez Escobar,
Prisionero político en la Cárcel Santiago Uno, desde el 30 de agosto de 2010.